Tiempo de reflexión [Edward]

Llevaba todo el día "de caza" básicamente porque sabía que meterme en el bosque con la escusa de ir de caza era la única forma en que estaría alejado de Bella, no es que yo quisiera permanecer lejos de ella, ni pensarlo, pero estaba demasiado ofuscado, de mal humor y sabía que eso solo la afectaba mas, por lo que me tomé un día de campar libremente por el bosque y deshinibirme hasta hartarme de liberar mi rabia contenida.
La verdad es que no me fue muy mal, me quedé bastante tranquilo después de casi irme a Canada corriendo como alma que lleva el diablo, pero no pude estarme mas tiempo lejos de ella, simplemente no podía, así que regresé a la mansión dispuesto a cambiarme e ir a ver a Bella.

Pasé fugazmente por mi cuarto para cambiarme y al salir, pensando que estaba solo, me llegaron los pensamientos de Alice y su aroma, así que debería de andar cerca. Me sentí tremendamente mal, Alice estaba pasando por un bache horrible gracias a la llegada de Maria y yo no estaba a su lado, como siempre, si no que me dedicaba a ir gruñendo por las esquinas. Suspiré profundamente y me dispuse a intentar hacer algo por ella, así que abrí la puerta de su cuarto con suma lentitud asomando la cabeza, y la vi tirada sobre la cama tapándose el rostro con un cojín. -¿Se puede? -pregunté arqueando una ceja mientras me recostaba contra el marco de la puerta abierta, aún sujetando ésta con una mano.

Sin duda me había comportado como el peor hermano de la historia, algo que me dolía con ganas ya que Alice y yo estábamos muy unidos y me sabía fatal haberle echo tan poco caso, no era propio de mi sin duda. Bajé la vista clavando mis ojos en el suelo de su habitación ante su comentario, era obvio que no lo decía con mala intención, pero me recordó cuan de lado la había dejado, pasándome el día preocupado por Bella. Alcé la vista de nuevo en cuanto se disculpó, incorporándose y tuve la confirmación de que estaba realmente mal, no era la Alice de siempre eso seguro.

-Alice... -pronuncié su nombre casi con un atisbo de lamentación en la voz y cerré la puerta sentándome a su lado ante siquiera de que la puerta estuviese en su lugar correspondiente. La rodee con uno de mis brazos, pasándolo por su espalda y apoyándola contra mi mientras acariciaba su costado tranquilizadoramente. -No tengo perdón por no haber estado a tu lado... Lo siento mucho... -musité con total sinceridad y besé su pelo con dulzura. -Pero ya estoy aquí, vamos desahógate con el idiota de tu hermano... -aparté las manos de su rostro con mi mano libre y le alcé el rostro por el mentón haciendo que me mirase.

Continué abrazándola, no estaba dispuesto a soltarla ni de lejos, le hacía falta alguien con quien poder hablar y urgentemente según podía ver y según me mostraban sus pensamientos, cada vez derivaban a algo mas pesimista y no estaba acostumbrado a ver así a Alice, se me hacía irreal. La rodeé con mi otro brazo también haciéndole arrumacos de forma casi inconsciente en pos de consolarla un poco o al menos reconfortarla, que supiese que me tenía a su lado. La escuché con suma atención, tanto lo que decía como lo que se guardaba dentro de la cabeza. Siempre procuraba no leer las mentes de mi família, pero a parte del echo que después de tantos años de convivencia me era casi imposible dada la sincronización, este era uno de esos momentos en que no era cotillear, si no algo para ayudarla ya que no siempre es fácil decir lo que de verdad afecta a uno cuando está de bajón y Alice lo estaba, sin duda.

-Shhh Alice no te pongas en lo peor... -besé su pelo de nuevo y acaricié su mejilla de forma tranquilizadora y suspiré levemente. -Es normal que tengas las visiones, si María le ofrece tales cosas a Jasper el no puede evitar plantearselas y entonces es cuando tu tienes las visiones... Pero eso no significa que haya decidido dejarte... -hablé en un tono de voz dulce y con total serenidad, intentando infundirle un poco de calma a mi hermana. Hice una mueca ante sus ultimas palabras y encontré mis ojos con los suyos, la miré fijamente y posé mi mano en su mejilla. -Alice no digas tonterías... No permitiré que hagas ninguna estupidez, yo cuidaré de ti, siempre... Además, Jasper te ama con todo su ser... -le aparté un mechón de pelo del rostro y besé su frente con cariño.

Era una suerte poder tener un hermano como Edward, silencioso, callado, tranquilo y que supiera apoyarte en los momentos difíciles. No compartíamos ningún lazo de sangre, ni genético a excepción de nuestra condición de inmortales pero para mí era como sí... como si el hubiese estado conmigo toda la vida.
Me encogí de hombros ante sus comentarios, hasta yo misma me sentía extraña, estaba completqmente apática, en un estado de depresión bastante grande, supongo que llevaba aguantando presión muchos años sin sacar nada al exterior, siempre con mi perpétua sonrisa alegre.
-Edward pero no olvides que Jasper lo dejó todo por estar con ella, María fue caapaz de convencencerle para que matara a personas inocentes... -Cerré los ojos con fuerza y fruncí mis labios.
-Sería capaz de volverse con ella, María significó demasiado en la vida de Jazz, para serte franca... -Agaché la mirada, decaída de nuevo- -No creo que yo sea capaz de competir contra ella, María lo es todo... pero... yo...

Cuanto mas pasaba el tiempo estando junto a esta versión de Alice que pocos, si no nadie, habría visto con anterioridad mas cuenta me daba de que debía hacer algo por animarla como fuese. Froté su costado con mi mano, aún abrazándola fuertemente, mientras la miraba a los ojos, aunque seguía rehuyendo mi mirada continuamente clavando sus ojos dorados en el suelo, pero seguí insistiendo, buscando su mirada continuamente cada vez que tenía oportunidad. Ya no sabía como hacerle ver que me tenía a su lado y que Jasper la amaba con todo su ser, mas de lo que jamás había creído amar a Maria.

-No olvides tu esto... Jasper lo dejó todo por Maria, cuando no conocía nada mas que el mundo que ella le mostraba... Era lo único a lo que podía aferrarse, lo único en lo que creía... -giré un poco para verla mejor, aún sin soltarla y tomé su mentón de nuevo con mi mano haciendo que me mirase a los ojos. -Pero todos eso está en tiempo pasado, por la simple razón de que Jasper encontró algo mucho mejor... A ti, tu fuiste quien le enseñó un camino que el si deseaba tomar, una vez tubo su primera oportunidad de elegir entre mas de una opción, te eligió a ti Alice... No lo olvides, ¿vale? Se lo que me digo... -la miré alzando levemente una ceja y la solté dándome un toquecito en la sien para recordarle que sabía mas que nadie lo que pasaba por la cabeza de Jasper, bueno y lo que pasaba por la de todos.