Conociéndonos [Tanya]

Había decidido salir a dar un paseo, estar encerrada en el castillo iba a matarme del aburrimiento. Ya estaba harta de las estupideces de la mocosa esa, Jane... pronto le daría una lección, para que aprenda a no meterse conmigo... hum...

Decidí dar un paseo por el bosque, últimamente mi hermano pasaba mucho tiempo por aquí, así que tal vez anduviera por aquí... aunque yo sabía demasiado bien cuál era la razón por la que estaba aquí: Tanya, esa vampira con la que estaba obsesionado... él decía que no, pero conozco a Brendon demasiado bien... así que si me encuentro con esa vampiresa veré qué de bueno tiene como para que haya dejado a mi hermano así de obsesionado... y si no me gusta, pues supongo que jugaré un poco con ella...

Por fin Brendon se dispuso a darme un poco de espacio y largarse de mi lado por un tiempo. Nunca en mi vida había disfrutado tanto de mi libertad y tenía mis razones para sentirme completamente alegre. No soportaba al arrogante vampiro ese y me llenaba de felicidad saber que no tenía que verle el rostro o peor aún oirle en estos momentos.
Me eché en el pasto y suspiré aliviada mientras cerraba mis ojos proponiéndome descansar un momento. En ese momento fue cuando noté que alguien se aproximaba a mi, pero no tenía el olor de Brendon así que se trataba de un perfecto desconocido lo que claramente no sabía si era bueno o no. Me senté volviendo a abrir mis ojos y vi que una hermosa chica se aproximaba a mi.

Caminaba por el bosque, casi sin pensar en el lugar exacto al lugar al que me dirigía, cuando de pronto un olor a vampiro llegó a mis narices. Sonreí con malicia hasta que logré acercarme a la muchacha que estaba recostada en el pasto. Sus ojos eran de color borgoña, así que supuse que sería Tanya... sonreí mientras la miraba con mis profundos ojos azules, los cuales estaban así debido a una ilusión.

- No es común ver a... gente como tú, vagabundeando por los bosques de Volterra - dije casi sin emoción en la voz - seguro debes ser... Tanya

Sabía que se sorprendería al descubrir que conocía su nombre, sonreí, haciéndome pasar por su amiga.

La muchacha se aproximó a mí y fruncí levemente el ceño tras oír sus palabras. -Te conozco?- pregunté forzando mi memoria. No, la verdad no la conocía, de eso estaba segura.
-Como es que sabes de mi? aquí en Volterra no soy nada popular- añadí poniéndome de pie despacio y sigilosa, no tenía idea de quien era y por lo mismo tampoco sabía a lo que me estaba enfrentando.
Me di cuenta del color de sus ojos, era algo que jamás había visto. Quedé maravillada al ver semejante color de ojos en uno de nosotros... no sabía que existiesen ¿como era posible?. Estaba muy confusa y a la vez interesada por conocer a quien tenía en frente.

Sonreí al escucharla y al notar que se ponía alerta simplemente me encogí de hombros - tú no me conoces, pero yo he oído hablar de ti... al parecer eres más popular de lo que crees - dije casi restándole importancia al asunto, mientras la examinaba con la mirada.

No era fea, de hecho era bastante guapa, eso se lo concedía... aunque obviamente no se comparaba conmigo. Bueno supongo que eso era lo que Brendon había visto en ella... era más guapa que cualquiera las de la guardia.

- por qué me ves como si fuera un bicho raro? - pregunté al notar su mirada de... asombro? al ver mis ojos, actuaría como si fuera lo más normal del mundo.

-Haz oido hablar de mi?...- repetí en un susurro ¿Sería acaso amiga de alguna de mis hermanas? o tal vez de los Cullen?... no compartía mi tiempo con nadie más que no fuesen ellos. Aunque eso era antes, ahora tengo un guardaespaldas de tiempo completo junto a mi y que no necesariamente era de mi agrado.
Eso era! ella conocía a Brendon, era la única persona que sabía demasiado de mi este ultimo tiempo como para comentar algo con otros.
Justo después de mi razonamiento me hizo una segunda pregunta a la que me pillaba despistada -he?... ah, tu ojos... no son como los comunes de los vampiros- contesté sincera.

- Sí, he oído hablar de ti... no mucho, pero algo he oído... no te preocupes, no he oído nada malo - dije encogiéndome de hombros antes de que se quedara pensando en quién podría ser la persona que la hubiera mencionado...
Antes de que me dijera que pensaba en mi hermano me dijo que el color de mis ojos no eran comunes y sonreí - nada en mí es común... bueno, siendo vampiresas sabemos que, definitivamente, común no es un adjetivo que nos venga bien - me acerqué a ella y me senté, dispuesta a sacarle algo de información.
- qué te ha traído a Volterra... no pareces de aquí - dije con tranquilidad.

Escuché atenta cada palabra de la desconocida. -exacto, no soy de aquí, soy de Alaska y estoy aquí por culpa de un maniaco- rodé los ojos y me acomodé mejor volviendo a tomar posición en el pasto. No tenía muchas ganas de seguir hablando del tema, pero de todos modos le respondería aunque fuese brevemente para no quedar como descortés. Aunque claramente hablar de Brendon y mi extraña relación con él sería una historia que posiblemente entretendría a mas de alguno. Sea como sea, aún así la prefería omitir, no tenía porqué darmelas de payaso con nadie.

La miré y reí - lo siento, pero fue demasiado gracioso... un maníaco dices??? wow! nunca nadie había llamado así a Brendi... tendré que agregarlo al repertorio - dije sin dejar de reír - así que Brendon te ha obligado a venir aquí... vaya! yo pensé que venías por voluntad propia... - me encogí de hombros...

- Tal vez aún no lo sepas, pero Brendon está en la guardia Vulturi... es difícil que le dejen algún tiempo libre, ha estado bastante ocupado... por qué no aprovechas y te regresas a Alaska? digo... el maníaco no te retiene aquí, al menos no ahora, no? - la miré con suspicacia. Si no se iba era porque de alguna manera le gustaba y aceptaba el poder que tenía Brendon sobre ella... no sería la primera de sus víctimas a la que le ocurría eso.

Mis hipótesis eran correctas, conocía a Brendon y al parecer bastante bien -¿Brendi?- sacudí la cabeza para concentarme en el resto de sus palabras.
-¿Que sentido tiene huír cuando dará conmigo tarde o temprano?... o peor aún podría ir por alguien de mi familia y castigarle injustamente por mi acto- di una bocanada de aire para continuar - Brendon es capaz de cualquier cosa cuando algo se le mete en la cabeza y no se como yo llegué a caer ahí - volví a fijar mi vista en sus ojos -y para ser sincera le temo bastante considerando lo que ha logrado hacer conmigo en algunas oportunidades- añadí.

Sonreí al notar que se extrañaba al oír cómo llamaba a Brendi.
- Puede ser que él te encuentre en algún momento, pero él no castigaría a nadie de tu familia por el hecho de que huyeras, él no es así... puede parecer la clase de vampiro que haría eso, pero no... es simplemente un juego de cazador - presa - dije encogiéndome de hombros - y por supuesto, para él... tú eres la presa - sonreí.
- no le tengas miedo, que muy atemorizante no es... quiere parecerlo, pero en realidad es inofensivo - dije mirándola, mientras me preguntaba si es que ella imaginaría que Brendon es mi hermano.

-Eso crees? pues en mi opinión debes conocerle bastante como para afirmar tus dichos con tanta seguridad- me encogí de hombros sin darle total credibilidad a sus palabras.
La chica hablaba como si lo conociese desde hace mucho o bien que tenía una estrecha relación con él. Podría ser que ... fuese su novia? sentí una extraña sensación por el simple hecho de imaginarlo, pero todo ésto debía ser producto de mi confusión.
-Yo no quiero a Brendon cerca, no es mi culpa le guste tanto manipularme- intenté justificar mi nula responsabilidad ante los hechos. No quería que pensara que estaba dichosa de estar junto a su novio, o peor aún que tuviese ganas de arrebatarselo.

- Lo conozco bastante, es cierto... lo suficiente como para saber que no es el monstruo que tú crees que es - sonreí - pero supongo que tienes esa impresión por el trato que tienen ustedes dos... lástima que no quieras conocerlo mejor - me encogí de hombros.
Cuando dijo que no quería a Brendon cerca, reí - si no lo quieres cerca... qué haces aquí? te mantienes cerca de él no sé si consciente o inconscientemente... sabes que si regresas a Alaska, él no podrá ir a buscarte en mucho tiempo... sus obligaciones en la guardia lo tienen muy ocupado - sonreí con maldad - de alguna manera tu quieres estar junto a él
Esta niña estaba tan confundida, que resultaba divertido jugar con su mente.

Hice un tremendo esfuerzo por no abrir los ojos como platos al escucharla hablar...tenía toda la razón del mundo. ¿Que diablos estaba haciendo aquí cuando podría estar huyendo a Denali en estos momentos? ni siquiera lo había pensado. -No conozco las labores que tiene en la guardia, por lo mismo no sabía que le necesitasen tanto por estos lugares - me excusé, pero la verdad es que no sabía por qué no había pensado en esa posibilidad.
-Entonces dices que si me largo para siempre de aqui... ¿el no iría por mi?- susurré la ultima parte. -No vayas a confudir mis palabras, solo quiero saber cuanto tiempo me queda para escapar de aquí- dije recordando que posiblemente esta chica se trataba de su novia y podría malinterpretar mis palabras.

Me reí divertida - No lo habías pensado??? vaya! te hacía más lista... es que no lo pensaste o es que prefieres quedarte cerca de Brendon - me acomodé el cabello mientras la miraba con mis ojos ahora de color azul-grisáceo.
- no creo que puedas irte para siempre... sería una huída temporal, en el fondo creo que te molesta o no te gusta pensar en la posibilidad de estar lejos de él... y es comprensible - dije pensando que por algo Brendi era mi hermano... sólo que él era menos sutil que yo.
- puede que no vaya, puede que se de un tiempo y te busque... solo él lo sabe... pero, no da igual? si te quedas aquí eres presa fácil y la verdad es que a Brendon, al igual que a mí, nos gustan mucho los retos - reí divertida

Negué con la cabeza - no es cierto!- dije subiendo un poco el tono de voz pero al darme cuenta volví a calmarme nuevamente. - Es decir... por qué querría yo estar cerca de alguien como él? es un estúpido engreido que se la pasa diciendome lo perfecto que es .. dios...perfiero el infierno antes de tenerlo como compañía- bufé pasandome ambas manos por la cara y fortándomela un poco. -Si lo conoces tanto... quizá podrías ayudarme a quitarmelo de encima... por favor - dije con tono de suplica.

Reí al oírla - pues no me lo preguntes a mí, es algo que tú deberías saber... por qué quieres estar cerca de Brendon? - pregunté encogiéndome de hombros - él no ejerce poder sobre ti en este momento, pero sin embargo te rehusas a dejarlo
Cuando me pidió ayuda para alejarlo de su lado, me reí - no quiero problemas con él, es su asunto... yo jamás me meto en sus cosas y el no se mete en las mías... son las reglas, querida, lo siento... no puedo ayudarte - dije sintiendo ya un poco de lástima por la chica, Brendon la había confundido bastante y ella estaba hecha un lío.

-Insistes con que quiero estar cerca de él? ya deja de equivocarte ... - le quise decir por su nombre, pero recordé que aún no se lo había preguntado.
A ella no le interesaba en lo más mínimo ayudarme con quitarme a Brendon de encima, pero estaba dispuesta a rogarle si era necesario para convenserle. Me acerqué a ella y tomé sus manos -por favor, no se a quien más recurrir... Brendon está volviéndome loca- apreté un poco mis manos que sostenían las suyas -por favor- insistí.

La miré, la pobre chica me daba lástima... tendría que hablar con Brendon sobre ella la próxima vez que lo viera... estaba afectando demasiado su mente, no había necesidad de ser tan cruel... o sí?
Usualmente mis métodos eran... no tan dañinos, por no decir más placenteros, aunque también más dolorosos.
- Así que crees que me equivoco - reí - pues debe ser porque mandas el mensaje equivocado, querida... es tan simple como aprovechar su ausencia y largarte... él no es tan buen rastreador como Demetri... tardaría en encontrarte y si te ocultas y cambias de posición, pues tardará en encontrarte... probablemente hasta se aburra - dije algo divertida.
Me pidió por favor que la ayudara y negué con la cabeza - no puedo hacerlo, lo siento... Brendon y yo tenemos un acuerdo... él no se mete en mis asuntos y yo no me meto en los suyos... y prefiero que el acuerdo permanezca así